17 de mayo de 2013

BÉLGICA.





Bélgica se independizó de Holanda en 1830, fue ocupada por Alemania durante las Guerras Mundiales I y II. El país prosperó en el último medio siglo como un moderno Estado europeo tecnológicamente avanzado y miembro de la OTAN y la UE. Las tensiones entre los flamencos de habla holandesa del norte y los valones francófonos del sur han llevado en los últimos años para las enmiendas constitucionales que otorgan estas regiones reconocimiento formal y la autonomía. Su capital, Bruselas, es el hogar de numerosas organizaciones internacionales, como la UE y la OTAN.

Ubicación:

Europa Occidental, bordeando el Mar del Norte, entre Francia y los Países Bajos

Economía - visión general:

Esta economía moderna, abierta y basada en la empresa privada ha aprovechado su céntrica ubicación geográfica, la red de transporte altamente desarrollada, y la base industrial y comercial diversificada. La industria se concentra principalmente en la región más densamente poblada de Flandes en el norte. Con pocos recursos naturales, Bélgica importa grandes cantidades de materias primas y de las exportaciones de un gran volumen de productos manufacturados, por lo que su economía sea vulnerable a la volatilidad en los mercados mundiales. Alrededor de tres cuartas partes del comercio de Bélgica es con otros países de la UE, y Bélgica ha beneficiado de su proximidad a Alemania. En 2011 el PIB belga creció un 1,8%, la tasa de desempleo bajó ligeramente al 7,2% desde el 8,3% del año anterior, y el gobierno redujo el déficit del presupuesto de un máximo del 6% del PIB en 2009 al 4,2% en 2011 y 3,3% en 2012. El crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2012 fue del -0,1%, el tercer trimestre consecutivo de crecimiento negativo. Esto trajo crecimiento económico para el conjunto de 2012 a negativo 0.2%. También dejó a Bélgica al borde de una posible recesión a finales de 2012. Sin embargo, al finalizar el año, el gobierno parecía a punto de alcanzar su meta de déficit del presupuesto 2012 del 3% del PIB. A pesar de la mejora relativa en el déficit presupuestario de Bélgica, la deuda pública se sitúa alrededor de 100% del PIB, un factor que ha contribuido a la percepción de los inversores de que el país es cada vez más vulnerable a los efectos colaterales de la crisis de la zona euro. Bancos belgas se vieron gravemente afectadas por la crisis financiera internacional en 2008 con tres de los principales bancos de recibir inyecciones de capital por parte del gobierno, y la nacionalización de la división minorista belga del banco franco-belga.